¡No tengas etiquetas Mujer!

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Querida mujer que lees este post, antes que todo, quiero que sepas que desde que naciste has sido bombardeada con una cantidad de información absurda de como debes lucir, pensar, actuar, ser y estar. Estoy más que segura que hay momentos en los que no sabes qué rol asumir, créeme, no es tu culpa. Las verdades vienen, la mayoría de las veces, en letras muy pequeñas, y toma tener experiencias y mentores para descifrar esos mensajes ocultos.

Debo admitir que la evolución de la mujer en la sociedad moderna ha sido muy positiva en los últimos 20 años en economías desarrolladas como Europa occidental, América del Norte, Japón y Australia. Hoy en día ser mujer es sinónimo de oportunidades, con una inclusión masiva a la fuerza laboral como nunca antes visto, todo esto aunado a los beneficios que ha traído la democratización de los medios. Aunque hay que nombrar el otro lado de la historia, en pleno siglo XXI, en países como Afganistán, Guatemala, República Democrática del Congo, India, Irak, Malí, Pakistán, Somalia, se sigue viendo al género femenino con ojos de inferioridad, o dicho de otra manera, nacer mujer puede ser una completa pesadilla.

Hace poco leí que el cerebro femenino tiene el mismo número de células que el  cerebro masculino, la pequeña diferencia radica está en que la densidad femenina es mayor, es como si todas las células del cerebro de la mujer estuvieran apretadas, algo así como cuando nos colocamos una faja, y después de leer esto es que uno dice: bueno, se explica porque tenemos una mente que hace Ctrl C y Ctrl V cuando mejor le conviene.

Lo cierto del caso, es que aunque ser mujer no sea nada fácil, siempre habrá maneras de salir airosas, de reinventarse, de levantarse, pero por sobre todas las cosas de disfrutar el camino que vamos recorriendo.

Aquí vamos a darle la vuelta. (Todo lo expuesto a continuación me hubiese gustado saberlo hace 10 años atrás), pero tocó entenderlo ahora.

Tu tiempo es importante: edúcate, sueña, crece y brilla

Sin importar las circunstancias en las que te hayas criado, no viniste a este mundo a estar atrapada. Si lo tuyo no es un trabajo de oficina, entonces créate otro, utiliza al máximo tu creatividad, lee mucho, rodéate de mujeres que inspiran, trabaja con lo que tienes, pero no permitas que 4 paredes te aniquilen. Tampoco permitas que una edad dictamine tu éxito o tu realización personal.

La edad es un número, y hemos sido tan bombardeadas de que nuestro mayor boom y cotización van desde los 23 años hasta los 40.

Cuando me refiero a educarte no es necesariamente a estar ligado a un programa de una universidad; edúcate a cada rato, escucha conversaciones de negocios, aprende un arte que puedas monetizar, ¡aprende otro idioma! Nadie puede quitarte tus ganas de aprender: un mayor conocimiento te dará claridad en la toma de decisiones y te llevará a ver la vida con ojos distintos. Y es aquí donde quiero hacer una pausa. Lamentablemente el sexo femenino ha sido tan criticado por no vivir las cosas que supuestamente se deberían vivir en la edad que lo dictamina la sociedad, y aquí vengo yo a decirte que no caigas en esa trampa. Tu mejor etapa en tu vida pueden ser tus 50, y tu peor etapa pudieron ser tus 20; sí, así es, en plena juventud, a los 30 no necesariamente tienes que tener todo descifrado. Las oportunidades no se dan cuando uno más las quiere (eso me costó un universo entenderlo), se dan cuando se consiguen, y para conseguirlas debes estar preparada y al mismo tiempo vivir el presente. No creas todo lo que te dicen, y explora por ti misma muchas cosas para llenarte de conocimiento urbano que te dará esa perspicacia ante la vida. Al mismo tiempo, si te casaste joven no es sinónimo de dejar estudios, amistades y desentenderte del mundo; o por el contrario, si aún no te has casado, no sientas que eso es sinónimo de fracaso en tu vida. Toma el tiempo como lo que es: una variable predecible que no espera por nadie. Valóralo y sé feliz.

La vida no tiene manual para hacer las cosas en una edad determinada, son las ganas de salir adelante que se deben cultivar y sobre todo entender en qué emplear el tiempo. Quien entiende en que puede ser muy bueno tiene la mitad de la batalla ganada.

Quiérete mucho

Primero estas tú y luego el resto del mundo. El sacrificarse en un 100% por los demás no tiene sentido, porque queda la insatisfacción de no haber aprovechado mejor el tiempo, de no haber crecido en algo. Es vital que para darle a otros lo mejor de ti debas empezar con quererte mucho.

Te daré un ejemplo. Si te paras más temprano y haces una rutina de ejercicio a primera hora, eso te dará una sensación de ya haber culminado algo, y te dará esa gasolina para ir a preparar desayunos, entregar ese informe pendiente, ayudar a tus hijos con la tarea. Tu primer compromiso fue hacia ti. Créeme, no es simple entender eso del amor propio. Cuesta tiempo entenderlo, sobre todo a las mujeres que les ha tocado sacrificarse desde muy jóvenes, pero solo ese amor hacia ti hará que todo tenga más sentido.

Ponle una raya de una vez por todas a la hiena que siempre ronda.

Uno va de los más emocionada y soñadora a su salón de clases, y ahí está la compañerita de estudio tóxica jod^%ndo, sigues con tu vida y pumm, te vuelves a encontrar en la universidad, y bueno, en el trabajo se hacen empoderan más, y dígame si es la jefa y le ha dedicado más de 10 años a la empresa. Bueno, es la mamá de las hienas.

Si te detienes un instante a analizar la situación con cabeza fría, entenderás que esa hiena siempre va aparecer en alguna ocasión de tu vida, y lo mejor que puedes hacer es es aplicarle memoria selectiva, y cada palabra y acción malintencionado simplemente ignorarlo. Perder energía en esto es súper cansón. Ya yo dejé de hacerlo.

Hoy en día se ha despertado un movimienton en EEUU de empoderamiento femenino llamado Me Too, un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales. Surgió en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein. Era hora que las mujeres se unieran y utilizaran las plataformas de comunicación que existen hoy en día para empoderarse. Este hecho sin duda alguna marcó un antes y un después en la fuerza femenina de exigir derechos igualitarios y alejar malas prácticas.

Siempre he dicho que una buena amiga puede dar ese impulso o apoyo que una pareja o un familiar no pueden a veces ofrecer.

Si ayudaste a una mujer a ser más fuerte podrás sentir que has hecho algo realmente doblemente maravilloso. ¿Por qué doble? Porque las mujeres al estar alegres y fuertes son de gran apoyo a sus seres cercanos, y al ayudar a una mujer muchas veces estarás ayudando a toda una familia, a un matrimonio, a una gran profesional que simplemente esta abrumada y cansada.

Hasta la belleza cansa

Seguir la moda y estar de punta en blanco cansa, y es tanto el impacto que la sociedad moderna nos ha bombardeado de cómo realmente nos tenemos que ver, que el efecto en las mujeres es devastador.

Estudios de mercado en los EEUU afirman que en promedio una mujer gasta entre $8 y 10$ mensuales en un cosmético, eso después de un tiempo es mucho cosmético, muchas cosas acumuladas que no necesariamente traen felicidad. Después de un tiempo entiendes que debes limitar tu compra a tantas cosas, y tener más lo indispensable.

La belleza es una carta pero no lo es todo, no puedes dejar que la cubierta de tu libro sea todo tu contenido. Sácate tu mejor provecho, busca colores que te beneficien, o un corte de cabello que te luzca pero no vale la pena darle un 90% a tu look, cuando hay tanto que hacer y explorar en este mundo.

¿Sabes que te hace sexy? Tener confianza en ti misma, hablar con buena dicción, ser apasionada por una causa, y ser feliz. Es más valorado al final del día que las pestañas postizas, que una cartera/bolsa de diseñador, que las extensiones y que un maquillaje exagerado.

Ten un arte

Si hay algo que a una como mujer le da satisfacción en esta vida es tener un arte. Tener algo en que lo que te destaques activa todas las neuronas de tu ser. El sexo femenino está muy ligado con la creatividad, y desarrollar nuestro intelecto en ser buenas en algo te mantiene ocupada e inspirada. Te aleja de las mentes cortas y te propulsa para nuevos proyectos. Yo siempre quise ser bailarina de flamenco; no se me dio, pero desarrollé las manualidades y ha sido una desconexión increíble. Crear objetos desde cero me encanta, me da felicidad, y por sobre todas las cosas, me da un sentido de culminación que es necesario en la vida.

Búscate a un compañero de vida, no a alguien a quien admirar. ¡Para admirarte te tienes a ti!

La admiración tiene patas cortas, y como mujer ese cerebro te lo han llenado de que debes buscarte un hombre inteligente, adinerado, exitoso y la lista sigue. Hay que reconocer que existe un sentido de supervivencia atente. Tener a un compañero con recursos, estatus, debe dar mucha nota… pero ¿qué pasa contigo? Si la belleza cansa, la admiración también. Las relaciones de pareja que perduran son aquellas que arman proyectos en conjunto, que construyen entre ambos un porvenir. No estás para ser la sombra de alguien, y si la vida te puso a ese atleta de contrato multimillonario, que bueno, ¡valóralo! pero vive tú también tu vida. Ser la cheerleader cansa y la vida es muy corta para que estés animando y halagando a otro constantemente. Tienes desafíos y aprendizajes que vivir por tu propia cuenta.

Trata de no victimizarte y busca la paz

No puedes vivir culpando al estrógeno de tu marea de emociones: respira y analiza qué te molesta. El hecho de ser mujer no te da el derecho de venir a escupirle al mundo tu mal humor, tu frustración.

Haz escuchado eso de hay que pensar como hombre a veces, bueno, trata de hacerlo más a menudo. Tú sabes que tu compañera de trabajo es un joyita, pero déjala ir, concéntrate en tu trabajo, no le sigas el juego ni permitas que eleve la ansiedad, y en el momento más oportuno cámbiate a otro departamento. Muchas veces pensamos: “no le voy a dar el gusto” y sabes que no es positivo en lo absoluto, más bien piensa: “esta situación no me afecta, sigo adelante”.

Cuando se trata de sanar heridas y de relaciones pasadas, núcleo familiar y abusos, lo mejor es buscar ayuda profesional; no ventiles todos tus pesares, son muy pocas personas a las que les interesa nuestra carga emocional. A muchos les darán curiosidad, pero te utilizaran como marioneta, o les contarán a otros lo que tú le confesaste. Un coach te dará mejores herramientas que las perspectivas ajenas de cada quien.

Hay que sanar y seguir. Se pierde mucha energía y tiempo arrastrando heridas y trayendo malos pensamientos constantemente a colación.

Hay muchas maneras de encontrar paz. La paz traerá a tu vida mil bendiciones, te ayudará a apreciarte, y te alejara del ruido… ese que tanto te perturba.

Brilla y llega lo más alto que quieras llegar (si eso es lo que realmente quieres)

Muchas veces nuestra ganas de comernos el mundo, no radica en ser reconocidas, sino en ser apoyo para nuestro seres queridos; somos como una mamá osa que protege a los más cachorros, a nuestros padres, y a todos nuestros seres más queridos. Uno debe estar firme, feliz, satisfecha y radiante para ser esa fuerza para los suyos.

Pero no siempre es fácil. Hay momentos que uno se siente sin nada de fuerza, pero el amor por tu gente te da ese carácter tan único para seguir. Ser un lucecita para que otros no se queden en la oscuridad, hace que ese sacrificio se haga más fácil. Es muy gratificante ser de apoyo a otros.

El legado más grande que puedes dejar: ¡Tus huellas en otros!

Mi madre cada vez que habla de su abuela los ojos le brillan. Mi bisabuela se fue de este mundo a sus 95 años. Según mi madre era una mujer increíble, no se quedaba quieta, era muy trabajadora, muy despierta, y con su edad no dejaba que nada la detuviera. Era muy querida entre sus hijos y nietos. Una mujer que arropaba a su familia, que luchaba con lo poco que había, que hacía de los encuentros familiares una ocasión divertida. Han pasado más de 30 años que no está, y cada vez que la mencionan todo lo que hay que decir de ella es positivo. Vivió la vida con todo su esplendor, y cobijó a todo aquel que pudo. Se llevó lo más grande que un ser humano se puede llevar: el cariño de sus seres queridos.

Si tenemos un tiempo limitado, hay que saberlo utilizarlo, replantearse oportunidades, prepararse, desarrollar ese arte, hacer las paces y seguir, para que cuando miremos hacia atrás veamos un camino de hechos agradables y de conquistas (que pueden ser insignificantes para otros, pero grandiosas para ti).

En resumen,

Yo en mis 30 entendí lo que en los 20 me era imposible ver. Me hubiese gustado tener una conversación en aquel entonces con mi mente de ahora, pero no importa, me consuela hacer este post y haber entendido que la competencia es solo conmigo misma, que la tranquilidad abre nuevas oportunidades, que todo en la vida puede cambiar de la noche a la mañana, que hay que desarrollar constantemente el amor propio para agarrar esas bolas curvas que la vida te lanza de cuando en vez y sin dar previo aviso.

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¡Hasta pronto!

Con cariño,

¡Una servidora!

2 responses to “¡No tengas etiquetas Mujer!”

  1. que sabías palabras, de verdad esa es la vida, vivir! y ser feliz. la juventud se nos va pero queda la madurez de los años que nos hacen fuertes para enfrentar los desafíos de la vida. cuando somos jóvenes nos cueste entender esto. pero después todo es más facial.

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